ENTIDADES DE COBRO
SGAE: Sociedad General de Autores y Editores.
Es una sociedad privada española reconocida legalmente como de gestión colectiva, dedicada a la gestión de los derechos de autor de sus socios, entre los que se cuentan toda clase de artistas y empresarios del negocio de la cultura. Es una organización que gestiona el cobro y la distribución de los derechos de autor de los autores y a la vez vela por los intereses de los editores. El actual presidente es José Luis Borau, en el cargo desde el 17 de julio de 2007. El presidente del Consejo de Dirección es Teddy Bautista.
Hay otras entidades, como la OCR (Órgano Conjunto de Recaudación de Artistas y Productores) o AIE-AGEDI (dedicada sólo a gestionar los derechos de la comunicación pública de fonogramas), que no tienen ánimo de lucro, aunque en teoría también la SGAE se define como tal.
Resto de los fragmentos de David Bravo.
OTROS REGÍMENES DE PROPIEDAD INTELECTUAL
Creative Commons: es una organización sin ánimo de lucro que promueve planes para ayudar a reducir las barreras legales de la creatividad, mediante nueva legislación y nuevas tecnologías. El ejemplo más importante es el de la licencia Creative Commons, que funciona afirmando la propiedad intelectual sobre un contenido pero compartiéndolo gratuitamente, sin ánimo de lucro y restringiendo su uso comercial.
Por ejemplo, podríamos aplicar la licencia Creative Commons a nuestras bitácoras de un modo gratuíto y sencillo, utilizando los recursos disponibles en su web. De esta manera, se regula el uso de los contenidos de nuestra autoría.
http://neilwatts.livejournal.com/profile
El Copyleft es similar, pero su implantación es menor.
EJEMPLOS
Iván Ferreiro: antes de editar su primer disco, y después de haber financiado su grabación personalmente, alguna persona cercana a Iván Ferreiro sustrajo el máster de su ordenador, antes de estar mezclado. Esta copia llegó a la red y diez usuarios llegaron a descargarlo en el breve período que estuvo colgado. Iván Ferreiro denunció a estos usuarios por descargárselo.
La defensa de los derechos de los usuarios es necesaria, pero tiene un límite, que consideramos que se ve sobrepasado en cuanto se rompe la barrera de lo público y lo privado.
Radiohead: el grupo británico es el ejemplo más importante de la adaptación a los nuevos tiempos, al tener la iniciativa de publicar su álbum In Rainbows primero a través de su web, en la que el usuario decidía el precio que pagaba por la descarga. Cuando finalmente el disco se distribuyó en formato físico, su precio era la media de lo que pagaron los usuarios que se lo descargaron.
Consideramos esta iniciativa muy positiva y pionera, ya que se adapta a la realidad del mercado discográfico. Iniciativas similares fueron puestas en práctica primero por los artistas fuera de la industria discográfica.
Video David Bravo: http://www.youtube.com/watch?v=kE6QZ7khbEY (3:02-5:20)
Stieg Larsson: Stieg Larsson falleció justo después de entregar en su editorial el tercer volumen de la saga Millenium. En ese momento empezó la polémica sobre los derechos de autor de su obra, que ha acabado por convertirse en un fenómeno e incluso llegar al cine. Hay un enfrentamiento entre la que era su pareja y su padre y hermano, que han sido los beneficiarios de la herencia a pesar de haber perdido el contacto 30 años atrás.
Esto sirve para cuestionarse la vigencia de la propiedad intelectual tras la muerte del autor. El caso británico es diferente; a los 50 años desde su composición se pueden publicar copias sin compensar a los autores.
Nacho Vigalondo: a raíz de acusaciones de plagio en su primer largometraje, Los cronocrímenes, escribió un artículo en su blog en el que exponía su opinión acerca de la ambigüedad de la autoría y sus límites.
Gran parte de las acusaciones de plágio se dejan llevar por la ira hasta darle una patada en el culo al sentido común; las películas no nacen el día que se estrenan. Ni siquiera el día que se rueda. Una película tiende a tardar dos años en materializarse como producto desde que se compra un guión, no digamos ya desde que la idea primera nace. En su momento, las acusaciones de plagio vertidas sobre Amenábar debido al parecido del final de Los otros con el de El sexto sentido sugerían algo tan absurdo como el diseño de una superproducción en tiempo récord con el fin de estrenar cuanto antes un relato con un final “como el de una de Bruce Willis que he visto esta misma tarde”.
Caso de Minority Report - Monstruos S.A: Si reducimos ambas películas a su sinopsis, las dos plantean una industria ficticia que replantea la naturaleza de nuestra realidad (desafío al espacio en la película de Pixar, tiempo en la de Spielberg). El protagonista, un destacado agente de estas compañías, se ve arrastrado a infringir las normas que él mismo acataba con rigor. La huida le lleva a un siniestro descubrimiento: Su superior es un conspirador que está utilizando su poder para llevarse un beneficio ilegítimo de la compañía.
Nos parece que las dos películas se han nutrido, o han llegado a un mismo esquema de guión, y eso no les ha ahorrado ningún esfuerzo a los escritores ¿no?. Aunque el guionista de una película, efectivamente, haya tomado como referencia el guión de la otra, el esfuerzo titánico de adaptación de personajes, situaciones y contexto nos parece tan legítimo como una creación a partir de cero.
Las acusaciones de plagio habituales son basicamente superficiales, se basan en elementos a la vista, explícitos, fáciles de divisar. Acusar de plagio a una película, basándose en estas semejanzas, le supone al denunciante el placer de decir algo que suene decisivo, real (y de resonancias hasta penales) habiéndose librado de tener que reflexionar o analizar nada.
http://www.youtube.com/watch?v=IdE4DStpVGE&feature=related (Alta Tensión)